miércoles, 4 de marzo de 2015

Ellas, sin saberlo (Inicios)




Como turista japonés que se asombra por primera vez frente al Chac mool me encuentro ahora. Saco mi cámara y tomo cuantas fotos puedo de lo que resulta sobresaliente en mi cabeza, sin conocer quizás las intenciones verdaderas de los mayas. Agotando mi memoria regreso a mi hogar tratando de darle sentido a lo retratado. Editando, recortando me encuentro otros rasgos que en un inicio no había notado, pero que ahora me resultan fundamentales. Así ha sido mi viaje en la feminidad.


Fue hace unos cinco años, con quien en esos días era mi pareja, cuando nos cuestionamos por primera vez de manera seria lo que significa ser mujer. Para ella era una cuestión de identidad y para mí, además de querer ayudarla, resultaba una beta de interés creativo. En mis últimos momentos universitarios ya tenía en general varias cosas resueltas en cuanto estilo o técnica, pero no tenía ningún tema que me interesara lo suficiente para darle seguimiento.

La primera fase de la investigación fracasó paralelamente a mi relación con esta muchacha, pero sentó bases para que siguiera un proceso individual. Su búsqueda era logicamente algo mucho más personal, una manera de encontrarse en un momento de crisis de identidad en el cual su sexualidad era un tópico medular. Dado que su formación académica estaba dirigida a la investigación social era lógico que planteara una investigación de campo. Encuestas y testimonios que la situaran en contexto con su sociedad.

Otras asuntos se atravezaron entre nosotros y aunque aún ahora es muy buena amiga, el proyecto conjunto tuvo un final tan trágico como el noviazgo.

En solitario replanteé varias cuestiones. Ahora se trataba de definir al Otro, cosa que resulta mucho más peligrosa. Leyendo propuestas de otras personas al rededor del tema encontré los dos límites que quería evitar: Los clichés y la condescendencia. No quiero ofender a nadie, pero tampoco quiero mentir para ganar simpatías.

Me resultan igual de aberrantes las construcciones arquetípicas de la mujer que imperan en la culturua misógina de masas a las del feminismo panfletario que promulga otra supremacía sexual. Teniendo los dos extremos a los que no quería llegar investigué textos y autores que me explicaran el fenómeno de manera satisfactoria. Existen ensayos y filosofos reconocidos (curiosamente hombres en su mayoría) que me aportaron lo que pretendía, pero al querer priorizar las impresiones sociales y la experiencia personal diaria por encima del academicismo, busqué otras alternativas en la red que me dieran pistas de lo que significa ser mujer para la mujer común.

Por tres años he buscado y recolectado imagenes en un Tumblr y participado en algunos foros especializados, principalmente aquellos autogestivos como es el caso de TwoXChromosomes en Reddit. Me costó trabajo después de almacenar imágenes e información empezar a producir piezas propias, pero en mi condición de artista es lo único que tendría sentido.

Quizás sea por la timidez que no logro despejar, pero aún no puedo encontrar una verdad absoluta en el campo, así que mi propuesta parte siempre de una visión personal y no debe ser interpretado como otra cosa. Me siento más cómodo tratando de retratar lo que otras me dicen que viven. Aún queda mucho por encontrar, pero al igual que el turista japonés, seguiré retratando todos los aspectos que encuentre hasta que pueda tener una representación más clara del monumento en cuestión.

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